EL PRIMER AMOR, EFÍMERO
COMO EL VIENTO DE VERANO Y PERDURABLE EN LA MEMORIA
PRIMERA PARTE
Aquella
mañana, en los patios del Colegio, todo era algarabía, mis compañeras y
compañeros, corrían emocionados a tomar los buses, que les llevaría de regreso
a sus casas. Había concluido el año escolar y era hora de disfrutar de
las largas vacaciones y con ellas el deleitarse del verano tan ansiado para
muchos y muchas jóvenes que amábamos salir de paseo a las Playas y visitar
estos hermosos lugares que la Naturaleza nos brindaba y que a decir verdad son
un verdadero Paraíso, su gente, personas de todas las edades disfrutando a
plenitud, eso lo mágico y lo que le hacía más atractivo el viaje a la Costa.
David
es mi nombre, en ese entonces tenía 18 años, estaba por graduarme y mi anhelo
siempre había sido ir a la Costa, a pasar mis largas vacaciones, así que acepté
la invitación de mis Abuelos a pasar con ello, estas ansiadas vacaciones.
Esa misma noche preparé las maletas, luego bajé a cenar con mis Padres y
compartí con ellos, todo lo que había planeado hacer en mis largas vacaciones. Entre
plática y plática, sonó el teléfono, era mi mejor amiga Anny, conversé
animadamente con Ella y me despedí queriendo que ya sea el siguiente día.
Entre
eso de las 11 de la noche, fui a mi habitación, quería acostarme temprano para
salir de madrugada con mis Padres, ya que ellos me llevarían a la casa de mis
Abuelos Maternos.
A
pocas cuadras de mi casa, vivía Anny, ella tenía 16 años, estaba cursando el cuarto
año de Colegio y su familia había decidido viajar a la Costa a visitar a sus
viejas amistades y disfrutar del verano.
Anny estudiaba en el mismo colegio al que Yo asistía, y nos habíamos
puesto de acuerdo para encontrarnos en la Playa. Ella ansiosamente había preparado todo el
menaje que iba a llevar, sus mejores trajes de baño, camisetas, shorts,
zapatillas, etc. Cenó con sus padres, de
pronto se acordó que tenía que llamarme, así que corrió al teléfono que estaba
cercano al pasillo que daba al Comedor y muy animadamente me empezó a conversar
sus planes para estas vacaciones, igual lo hice Yo, la conversación estaba muy
entretenida; pero ya era la hora de despedirnos, teníamos que levantarnos
temprano, así que nos despedimos. Los
dos habíamos convenido en reunirnos en la Playa, tan pronto nos fuera posible.
Las
horas resultaron un tanto largas para que llegara el momento de nuestro
encuentro, por momentos me imaginaba estar con los amigos, con la familia. Me imaginaba el momento de nuestro encuentro
en la Playa; pero el tráfico en la carretera le impedía a mi Padre manejar rápido,
por su seguridad y la nuestra, fuimos relativamente tranquilos, parando para aprovisionarnos
de agua y estirar las piernas. El viaje
estaba previsto como en otros años, hacerlo en cuatro horas, pero por la
afluencia de gente, este viaje terminamos haciéndolo en el doble de hora.
Finalmente
llegaron a su destino las dos familias. Al bajar del carro de mi Padre,
presuroso nos dirigimos a saludar con los Abuelos. Anny siguió su camino con
sus Padres y Yo me quedé en la villa que estaba al paso y muy cercana a la
Playa.
Pero
Yo y Anny estábamos inquietos por reunirnos, así que decidimos la hora de nuestro
encuentro, qué nos íbamos a imaginar que este encuentro marcaría nuestras vidas
para siempre. Un encuentro que para dos jóvenes,
habría de ser la experiencia más excitante y maravillosa que nos puede pasar.
PRIMER
DÍA
David,
a sus dieciocho años, alto para su edad, de cabello rubio, su piel bronceada
que hacía que sus ojos verdes resaltaran, le gustaba ponerse camisetas de
colores claros. Esa mañana decidió
ponerse un short blanco, camiseta de color verde, unas zapatillas que combinan
con su atuendo y una gorra que iba bien con la época de verano.
Anny,
de diecisiete años, de piel morena, de estatura mediana, cabello negro, sus
ojos de color azul, para su encuentro con David, decidió ponerse una camiseta
del color de sus ojos, azul claro, unos pantalones estilo marinera, zapatillas
del color de la camiseta, unas gafas, llevaba puesto un elegante sombrero, muy
apropiado de Playa y en su cuello llevaba un simpático pañuelo.
El
Abuelo de David se llamaba Josué, su nieto todo apresurado casi sin saludar, le
pidió que le prestara su coche, el Abuelo casi sorprendido, le preguntó qué a
donde tenía prisa, si acababa de llegar.
David le contestó, debo reunirme con una amiga en la Playa; pero hijo le
dice su Padre, no esperas a saludar bien con tus Abuelos, a qué se debe tanta
prisa, deja tus maletas y cámbiate de ropa, ponte cómodo.
Padre
ayer, antes de viajar hacia acá, quede con Anny de verme en la Playa, tan
pronto estuviera de llegada, por favor Abuelo Josué me prestas tu coche. Su Abuelo como David era su nieto preferido,
accedió inmediatamente y le dio las recomendaciones del caso. Gracias Abuelo, estaré de vuelta para la hora
del almuerzo.
Anny,
una joven encantadora, cautivó a los amigos de sus Padres, le enseñaron muy
amablemente el lugar donde estaba la Playa y su Padre se ofreció a llevarla
hasta allá. Iba toda alegre y ansiosa a
encontrarse con su mejor amigo de la Preparatoria, así que sin más ni más se
subió al auto y aceptó contenta y gustosa que su Padre la llevara.
David
ni bien vio a Anny corrió su encuentro,
saludo con Ella y su Padre. Anny bajó
del auto y se despidió de su Padre, prometiendo llegar así mismo a la hora del
almuerzo. Los dos se quedaron mirando el
vehículo alejarse del lugar y caminaron hacia la orilla de la Playa. El tema de ese momento fue el viaje, el
tiempo que había transcurrido y los ansiosos que se encontraban los dos de este
momento.
El
paisaje de esa mañana y tarde era grandioso, había un sol espectacular y las
olas del mar muy tranquilas, invitaba a que uno se sumergiera en sus azules
aguas. Las gaviotas volaban a todo lo
largo de la Playa, los Pelicanos en busca de su almuerzo sobrevolaban bajo para
su pesca. Todo lo que nuestros ojos
miraron ese día era realmente espectacular, un encuentro maravilloso que
quedará grabado en nuestra retina para toda la vida.
Las
horas que nos hizo tan rápidas que era el momento de regresar, habíamos
prometido a los Abuelos de David, a sus Padres y a mis Padres, llegar a tiempo
para el Almuerzo. Así que David y Yo,
nos dispusimos a regresar, no sin antes planificar los siguientes días de
nuestra estancia en esta hermosa Playa, en la Zona Costera.
David
se reunió ese día con sus Abuelos Maternos y sus Padres, habían preparado por
nuestra llegada unos deliciosos mariscos frescos, había jugo y limonada, el
plato fuerte estaba acompañado de deliciosos patacones y ensalada. Me preguntaron cómo me había ido en mi
encuentro con mi mejor amiga, les platiqué lo ameno de la mañana y tarde y
habíamos quedado en vernos el día de mañana, en el mismo lugar.
Anny
entró presurosa a la casa de los amigos de su Padre, pidió disculpas por el
retraso, lo importante estaba ya junto a sus Padres y Amigos, se dispuso a
almorzar. Esa tarde fue maravilloso para
los dos Amigos, David y Anny el haberse encontrado en la Playa, que para esta
chiquilla aún, sentía que no podía esperar hasta mañana para volverse a ver con
David. Así que un tanto cansada por el
viaje, la madrugada de ese día, la excitación del encuentro con su amigo, el
almuerzo, contribuyó para que se quedara dormida en la hamaca, que estaba junto
a la Estancia.
Dormida
y un tanto extenuada por el calor, cerca de las ocho de la noche, sus Padres le
despertaron para que fuera a cenar y se acostara temprano para que siga con su
itinerario de viaje.
David
había pasado una maravillosa tarde y noche con su familia, acordándose de los
momentos de su infancia, las fotos y los recuerdos venían a su mente, de pronto
se acordó de lo simpático que había sido el encontrarse en la Playa con su
amiga, planificó cómo iba a ser sus vacaciones junto a ella, en este largo
verano.
SEGUNDO
DÍA
David
como todos los días de verano, acostumbraba a levantarse temprano, ayudaba un
poco en las tareas de la casa a su Abuelo Josué, recogía el periódico, la leche
que dejaban junto a la puerta de entrada de la villa. Sus padres se esmeraban en la preparación de
un suculento desayuno, mi Abuela Sofía preparaba el jugo con frutas de la zona,
bueno todo era movimiento y aprovechábamos al máximo el tiempo, cada momento
que disfrutaba con mi familia, era mágico.
A
las 10 de la mañana, me despedí de ellos y en esta ocasión cogí la bicicleta
que estaba junto a la cochera, me puse mi gorra y me dirigí presuroso a la
Playa, a encontrarme con Anny. El mar
estaba espléndido, a lo lejos del camino pude divisar el carro del papá de Anny
corrí a darle el encuentro, en esta ocasión habíamos quedado en subirnos en
unas canoas y recorrer todo la playa, después teníamos pensado quedarnos
acostados en la arena para luego entrar en el agua.
Anny
venía caminando hacia mí con su hermosa sonrisa, coqueta, su cabello volaba
cual ráfaga de viento, una frescura deliciosa que adornaba esa mañana el
paisaje y la naturaleza, por momentos mi corazón palpitaba con toda intensidad
y me puse a pensar será acaso una Angelita enviada por Dios. Anny era la chiquilla más hermosa, los
muchachos se paraban para admirar su belleza, yo obviamente me sentía un tanto
celoso y a la vez muy engreído. Nos
cogimos de la mano y fuimos en busca de nuestra primera aventura juntos.
Esa
mañana ya estaban las pequeñas lanchas y canoas, invitándonos a pasear y
disfrutar del encanto del mar, así que sin pensarlo mucho nos subimos, lo
primero que hicimos ponernos los chalecos salvavidas, guardamos las cosas que
en la travesía podían volarse o perderse y poco a poco nos íbamos adentrando al
mar, por momentos sentíamos que nos invadía un poco el miedo; pero en ese
momento mas era nuestra emoción y la adrenalina hacía que disfrutáramos mas
mucho mas de ese viaje. La travesía por
el mar duró aproximadamente una hora, después nos dirigimos al puerto, para
seguir con nuestros planes de esa mañana.
Ya
en la playa nos tendimos en la arena, ella me puso un bloqueador y un repelente
de insectos, igual lo hice yo. Anny
tímidamente me pidió que le pusiera el bloqueador y nos recostamos en la arena,
el sol estaba delicioso y la brisa del mar hacía que no fuera tan
agobiante. Transcurrieron unos minutos,
pienso a lo mucho una media hora y nos metimos al gua. Ella hermosa con su bikini, corría presurosa
tratando de romper una ola, cogidos de la mano sentíamos en ese momento como
uno sólo. Nuevamente sentí mi corazón
palpitar más de prisa, por momentos sentía el impulso de besarla; pero a la vez
tenía miedo de su reacción.
Llegó
el momento de despedirnos, sus Padres estaban esperándole para llevarle de
regreso a la casa de sus amigos. Cogí mi
bicicleta y me fui a la casa de mis Abuelos, cuando llegué Mamá con su sonrisa
pícara, me dijo David ven a tomar un jugo, parece que el sol de la mañana te ha
puesto un tanto exhausto.
Fui
a mi recámara y lo único que hice es acostarme por un momento en la cama y
comencé a pensar en Ella, jamás le había visto como hasta ahora, con una
belleza inigualable, cada día me cautivaba mas su presencia y fue así que el
resto de la tarde empecé a escribirle unos versos que salía de lo más profundo
de mi ser. Me dije quiero disfrutar a
plenitud con Ella, sé que es mi mejor amiga y no quiero estropear el momento,
así que voy a dejar que las cosas fluyan por sí solas.
Esa
noche nos hablamos y quedamos de reunirnos con amigos y amigas que también
estaban de gira por esos lugares, así que sabíamos los dos que lo importante de
nuestra coincidencia en la Playa, había que disfrutarlo al máximo. Al siguiente día Anny me hizo una visita
sorpresa, sus Padres tenían que ir a ver a uno amigos que estaban por llegar y
quedaba de paso por la casa de mis Abuelos, fue tan emocionante verle, cada día
su belleza me iba cautivando, sobre todo su delicadeza, su sonrisa hacía que
amara ese momento y quedó grabado en la retina de mi ojo, que jamás pude
olvidar su encanto, su belleza angelical.
TERCER
DÍA
Anny
me había platicado que en esa mañana se despertó más temprano que de costumbre,
pues había entrado a su habitación un precioso pajarito, sus canticos le había
emocionado, como invitándola a disfrutar por instantes de la hermosa vista
desde su habitación. El sol estaba
saliendo y la luna estaba ocultándose entre las nubes, a lo lejos había
divisado a sus Amigos, a sus Padres que venían presurosos con algunas canastas,
habían salido al Mercado a realizar las compras para el Almuerzo y la Cena.
El
Abuelo, de los amigos de mis Padres, estaba en la Estancia, recostado en la
Hamaca, esperando ver el precioso amanecer.
Todo ese hermoso paisaje que se alcanzaba a divisar desde mi ventana,
era como me invitara a disfrutar de un hermoso día, así lo describía Anny y así
lo imaginaba yo. Cuando me llamó por teléfono,
me pidió disculpas pues ella había decidido pasar con sus padres, ya que en pocas horas más, tenían que regresar a la
ciudad. Le comprendí y le platiqué
cuales eran mis planes para ese día. Así
que ahí me tienen, nuevamente en la Playa, con amigos, entramos a un bar, tomamos unas cuantas cervezas,
comimos muchos mariscos creo que fueron demasiados, pues cada uno nos habíamos
comido dos bandejas de mariscos, luego para bajar un poco la comida, recorrimos
la playa en lancha, hasta que al caer la tarde decidimos que teníamos que ir a
los bailes que en esa época, hasta ahora eran comunes en época de verano
Por
momentos me olvidé de Anny, de su encantadora compañía y disfrute con mis
amigos hasta el amanecer. Mis padres
habían salido a recorrer los lugares de rumba, fue una noche deliciosa, para
todos. Ya nuevamente en la casa de mis
Abuelos, me puse a pensar en Ella y me quedé dormido, como ansiando que llegara
el momento de volverla a ver a mi preciosa amiga Anny.
CUARTO
DÍA
Este
día había pensado que era el momento propicio para hacerle conocer otros
lugares, así que fuimos en el carro de mi Abuelo a recorrer unas pequeñas
barracas en donde vendían a buenos precios algunas de las artesanías propias
del lugar y realizadas por Artesanos.
También visitamos algunos de los lugares donde vendían ropa de verano y otras prendas que seguramente
a ella le iban a encantar. Luego le
invité a comer unas deliciosas parrilladas de mariscos, tomamos jugo de
naranja, saboreamos cada instante de estar juntos. Al atardecer tomamos unos deliciosos helados
y de pronto sin pensar, seguramente inspirándonos en ese precioso atardecer,
nos fuimos acercándonos cada vez más y más y nos dimos un beso. Ella de manera tímida se separó bruscamente y
me dijo muy suave, no quiero perder tu amistad.
Comprendí
que para Ella, era muy importante nuestra preciosa amistad que habíamos hecho
en el Colegio y también entendí que no estaba preparada para ese momento. Así que me disculpé por mi osadía y le dejé
en la casa de sus amigos.
Esa
noche no pude dormir, me puse a pensarle, sentía que era cada vez más fuerte mi
atracción hacia ella, que lo único que pensaba era tenerla a mi lado, que fuera
mi primer amor. Cansado por el trajín
del día, me quedé dormido y empecé a soñarle, sentía como que era una realidad
en mi vida. Ya en la mañana pensé ahora
la veré nuevamente; pero no fue así, Anny había decidido no verme ese día,
tenía miedo de que nuestra relación de amigos se perdiera y quería evitar a
toda costa un nuevo encuentro que en cualquier momento, podía tornarse en algo más.
DÍAS
DESPUÉS
Respeté
sus deseos y esperé que cambiara de opinión y me diera la oportunidad de
explicarle, de decirle que ya no iba a suceder algo como aquella tarde. Pasaron los días y me sentía triste por no
verla, así que dejando a lado mis temores, decidí buscarla y me dirigí a la
casa de sus amigos. Al llegar a la
puerta, nuevamente me invadió un poco el temor de su reacción, así que me quedé
viendo el horizonte, tome un poco de aire y toqué a su puerta, salió una señora
muy amable, me invito a pasar, de pronto ella descendió por las escaleras y me
dijo con una sonrisa, cómo estas querido amigo y nos dimos un beso de saludo,
un beso de amigos.
Empezamos
a conversar, luego salimos a la Estancia, me agradó mucho estar con ella,
nuestra plática fue muy amena, le pedí disculpas por lo sucedido en días
anteriores y nos despedimos. Desde aquel
día las cosas fueron cambiando para los dos, salíamos con los amigos; pero
sentía en mi interior que Anny ya no era la misma.
Las
vacaciones estaban por concluir y había que despedirse de las amistades, de mis
Abuelos, hasta el año siguiente. Anny había
hecho lo mismo y tanto los Padres de Ella, como mis Padres habían ido por
nosotros y partimos despidiéndonos de las vacaciones espléndidas que pasamos
como buenos amigos los dos.
SEGUNDA PARTE
En
el primer día de clases del sexto curso del Colegio, me encontré con los compañeros,
nos pusimos a platicar sobre nuestras vacaciones, cuando de pronto me atrajo la
mirada de Anny, ella al igual que Yo, estaba rodeada de sus compañeras y con
una mirada un tanto tímida, era como que me decía disculpa por no haberte
aceptado el beso. Pasaron los días y no
volvimos a topar el tema. Ella y Yo,
hacíamos como si nada hubiera pasado entre los dos. Como era mi año de graduación, tenía que
pensar en los estudios, igual Anny era una muchacha muy dedicada y su interés
también era terminar sus estudios de quinto año, así que seguíamos siendo
buenos amigos. Nos veíamos de vez en
cuando, coincidíamos en una que otra reunión social.
Tal
parece que nuestra mente se mantuvo tan ocupada, que había momentos que no
tenía tiempo sino para pensar en los exámenes de grado, en los papeles de
ingreso a la Universidad, bueno una infinidad de cosas propias del Colegio.
Los
maestros se convirtieron en nuestros aliados y cada vez que podían nos daban
uno que otro consejo, nos visitaron delegados de algunas universidades y claro
ahí estaba Yo, decidiendo a qué Universidad debía ir después de mi
graduación. Anny con sus compañeras
habían decidido salir de excursión, antes de finalizar el Quinto Año, así que
en mi afán de seguir siendo su mejor amigo, le acolité para que reunieran los
fondos necesarios para su viaje.
Los
recuerdos que tengo de mi preciosa Anny es el haber compartido muchas vivencias
maravillosas en el Colegio, muchas otras en el barrio y más aún el haber
compartido con ella las vacaciones. De
pronto llegó el día tan esperado para mi, era el momento de mi graduación, así
que me esmeré en todo, en cumplir con mi responsabilidad como estudiante, como
hijo. Mis padres sentían mucho orgullo
de esta nueva etapa de mi vida, estaba cercano a cumplir un gran paso en mi
vida, había escogido seguir la carrera universitaria en Arquitectura, así que
todo estaba listo.
Papá
y Mamá habían preparado una gran fiesta por mi graduación, así que ahí me
tienen cursando las invitaciones a mis mejores amigos, a mi familia, etc.,
etc. Pero lo más importante para mí era
la presencia de mi Anny como solía llamarle, fui presuroso a su casa y le
entregué a ella y a sus Padres la invitación, me recibieron muy amablemente y
hasta me felicitaron con un abrazo muy efusivo,
Anny por su parte estaba muy contenta y me dio un abrazo muy fuerte y
por la emoción del momento me robó un beso.
Claro era lo último que Yo esperaba, pero también sé que era mi sueño
tan anhelado, sentir sus labios así que Yo correspondí su beso y esa noche nos
despedimos sin decirnos nada, sólo que ese beso me había dejado sin aliento,
nuevamente sentía que mi corazón latía a mil por hora. Por primera vez vi que los ojos preciosos de
mi Anny brillaban más que de costumbre y hasta se puede decir que sentí el
palpitar de su corazón.
Llegó
el día de la fiesta, mis Padres en el salón de eventos que habían contratado
para esa noche de mi graduación, estaban atentos recibiendo a cada uno de los
invitados, Yo por mi parte estaba ansioso de la llegada de Anny, no quería que
mis amigos se percataran de mi ansiedad, así que salí por un momento y miré las
estrellas, repasaba una y otra vez lo que tenía pensado decirle a Anny. Así que en mi divagar comencé a hablar en
silencio la declaración de amor que le tenía preparado. Fue así que cuando Anny llegó al lugar, lo
primero que hice es darle un abrazo de agradecimiento por estar ahí, junto a mí
y le llevé al lugar que habían reservado mis Padres, junto a nuestra mesa.
De
rato en rato nuestras miradas se cruzaban, tenía que atender a los amigos, a
los primos, después de cenar la orquesta comenzó a tocar las canciones
predilectas por nosotros, así que me acerqué donde estaba ella y le pedí que
bailara conmigo. Anny con una sonrisa
coqueta me aceptó, bailamos toda la noche sin cansarnos, llegó un momento en
que decidimos estar solos, así que salimos al Jardín de aquel lugar y a la luz
de la luna, nos volvimos a besar, pero este beso fue más intenso, no podía mi
corazón creer lo que estaba sucediendo en esa noche, por fin los dos estábamos
dispuestos a darnos la oportunidad de ser novios, de querernos, así que empecé
a declararle mi amor. Esa grandiosa
noche de mi graduación, jamás se borrará de mi mente, entramos al salón cogidos
de la mano y bailamos el resto de la noche.
PARA TODA LA VIDA
Anny
días después de este hermoso acontecimiento me comentó que iba de vacaciones
nuevamente a la Playa en compañía de sus Padres y que quería que fuera con
ella, así que nuevamente estábamos en aquel lugar en donde por primera vez le
había besado; pero esta vez ya éramos novios.
Disfrutamos nuestra estancia en la Playa como nunca antes lo habíamos
disfrutado, tanto para ella como para mí era la primera vez que teníamos
nuestro primer amor, así que cada amanecer o cada atardecer el mar, las olas,
la arena eran testigos de nuestro idilio de amor. Un amor de verano que por ser el primero iba
a ser efímero como el viento pero perdurable en nuestro corazón por toda la
eternidad.
Dicen
que el primer amor nunca se olvida y es completamente cierto; pero en nuestro
caso ese amor que empezó en verano y se fue haciendo realidad al pasar del
tiempo de estudiante, fue creciendo cada vez mas. Los dos decidimos ir a la misma Universidad,
lógicamente Yo, estaba en ese momento cursando ya el Tercer Año en Arquitectura
y Anny estaba por graduarse del Colegio y decidió estudiar Finanzas. Concluimos nuestra carrera con éxito y
seguíamos en nuestro romance, se nos presentó varias oportunidades de
trabajo. Nuestra vida profesional fue
tomando rumbos distintos pero nuestra vida amorosa continuaba ahí, firme y
convencidos de nuestro amor.
Un
verano nos pusimos de acuerdo en quedarnos en la ciudad y conocer otros
lugares, así que empezamos a realizar varios tours por la Serranía, el Oriente
y la Costa. Cierto día que estaba en mi
trabajo le platiqué que estaba próximo a realizar un viaje por trabajo y que
tenía que ausentarme por algunos días, era la primera vez que nos íbamos a
separar, así que decidí proponerle que pasemos la tarde juntos en un Hotel,
ella tenía para ese entonces veinte y tres años y Yo estaba por cumplir los
veinte y cinco años de edad.
Fuimos
a un Hotel en donde nadie nos conocía, primero nos tomamos en la cafetería un
delicioso chocolate y con un poco de nervios los dos me pidió que me adelantara
a reservar la pieza del hotel y mi preciosa Anny pronto me alcanzaría. Me dirigí a la Recepción del Hotel y pedí las
llaves, llamé al teléfono de mi preciosa Anny y nos dirigimos hacia el piso, al
entrar en ella, lo primero que me pido es que cerrara las cortinas de la
habitación que daba a un pasillo. Por cierto
el Hotel que había escogido para ese momento grandioso en nuestras vidas, era
de un atractivo singular, un tanto antiguo pero fascinante.
La
habitación tenía una decoración muy discreta, con muebles antiguos, la cama
estaba cubierta de un hermoso edredón y combinaba muy bien con las cortinas de
la habitación, la pintura de las paredes era de un color muy suave y las luces
tenues que nos permitían ver nuestras siluetas y ahí estábamos los dos,
nerviosos, ansiosos por besarnos, por experimentar cómo iba a ser nuestro
momento. Empezamos a besarnos y sentía
que mi cuerpo recorría de una sensación hermosa y extraña a la vez, Anny
temblaba y también le sentía que su respiración se iba agitando con mis besos,
con mis caricias. Ese día fue el momento
más inolvidable de nuestras vidas, nos habíamos entregado el uno al otro, se
unieron nuestros sentimientos en uno sólo, su ingenuidad, su entrega me hizo
quererla mucho más de lo que mi corazón ya sentía por ella. Nos amamos una y otra vez, sentí que el
tiempo se detuvo por instantes, nos sentíamos en una entrega total.
Esa
noche, cuando le dejé en su casa, me dirigí a mi Departamento, ya que para ese
entonces vivía con unos amigos y no podía pensar en otra cosa, sino en lo
sucedido horas antes con mi Anny, era algo mágico, algo que jamás había sentido
por ninguna mujer. Pienso que ella
pensaba lo mismo, esa noche no hablamos por teléfono, habíamos quedado en
vernos al día siguiente, antes de mi partida.
Viajé
a la mañana siguiente de nuestra despedida y le prometí que le iba a llamar
todos los días, así lo hice. También le
escribí algunos poemas, que años más tarde le entregué, cuando decidimos unir
nuestras vidas para siempre.
Ahora
que ya ha transcurrido casi treinta años de estar juntos, de haber compartido
muchos momentos buenos y malos con ella, ahora que nuestros hijos están ya
grandes, que incluso ya somos Abuelos, he decidido escribir la historia de
nuestra vida juntos. Como si fuera el
principio de aquel Verano inolvidable, en que sin pensar nos dimos el primer
beso y que al igual que otras parejas
sólo quedaría en el recuerdo, “EL PRIMER AMOR, EFÍMERO COMO EL VIENTO DE VERANO Y
PERDURABLE EN LA MEMORIA”, en algún momento, pensé que se llegaría a esfumar;
pero resulta que nuestro idilio de amor fue verdadero, un amor para toda la
vida. Estoy seguro que seguiremos juntos,
disfrutando como aquel día en la Playa, en que por vez primera pude besar los
labios de mi amada Anny.
FIN
Pily
15-02-2015